Android
Con esta gama alta, hemos vuelto al 2015
Hubo un tiempo en el que la gama alta realmente era alta. El Mobile World Congress era aún un auténtico hervidero en el que no cesaban las presentaciones de terminales. En otras palabras, un evento que ninguna marca quería perderse. Sin embargo, este año todo ha cambiado. Samsung ha preferido presentar su nuevo _flagship_ lejos de todos los focos de Barcelona, al igual que los chicos de Xiaomi. Los terminales se han quedado estancados, innovando solo en diseño y sufriendo duras carencias. ¿Habremos vuelto a 2015?
Estos errores los vimos en la gama alta de 2015
Recordemos. 2 de marzo de 2015; se presenta el Samsung Galaxy S6 Edge, que nos dejó a todos con la boca abierta en cuanto a diseño, aunque pronto vimos que tenía una gran carencia de autonomía. Ese mismo año vimos cómo LG apostaba por un procesador algo menos potente y daba un giro de tuerca a un aspecto –la plastificada simulación de metal del LG G3– que no había terminado de cuajar. ¿No te suena de algo?

En efecto, podríamos estar hablando perfectamente de este último MWC. Samsung ha presentado un terminal que brilla en diseño. Sin embargo, 3000 mAh para 5,8 pulgadas de pantalla se nos antojan realmente escasos. Asimismo, LG ha vuelto a montar un procesador menos potente que la competencia –concretamente el 821– en su apuesta por conquistar la gama alta, así como un lavado de cara a un diseño modular que arruinó las ventas del LG G5.
En otras palabras, la gama alta de este 2017 está volviendo a tropezar allí donde lo hizo hace dos años. Sí, es verdad que en el apartado del diseño han hecho los deberes. Aún así, una menor innovación en cuanto al hardware y una menor batería no nos parecen un precio justo a pagar por estas pantallas de escándalo. ¿Estaremos volviendo a 2015?